El escenario chiquito. Sobre el suelo un enorme corazón de mosaico representativo del ambiente que se respiraba allí, no más que puros latidos ( lease la cursiva con acento mexicano je je )....Muchos amigos y un público respetuoso y entregado. Como era de esperar y dada la concentración de artistas por metro cuadrado que había alli, el concierto se convirtió en una jam session que después derivó en una fiesta en casa del tambien cantautor Leonel Soto de la que salimos a las 5 de la mañana. Para mi sorpresa en México los albañiles tambien tienen la costumbre de empezar a picar a las 8 de la mañana, asi que me he despertado con el suave rumor de las obras del restaurante del hotel y lo malo es que aquí a las 9 no se van a almorzar, con lo cual he dormido tres horitas no más. Esta noche vamos a Cuernavaca. (Necesito una siesta de las de padre nuestro y pijama).
Ahi van unas foticos de estos dias (a ver si soy capaz de subirlas)
2 comentarios:
Me da a mí que los mejicanos saben apreciar mejor nuestra música y a nuestros músicos mejor que nosotros mismos... da la sensación de que has tenido un recibimiento "de estado", no?
enhorabuena!
no creo que la aprecien ni mejor ni peor, hay gente respetuosa y desagradable, y punto.
aqui no hay albañiles pero si en mi cabeza, Dios viva el neu... como se llame, espero que no se te agobie Clara con tanto cantautor, o se vuelva moñicas como nosotros, jijiji, Dios son las 3 y aqui escribiendo.
Mañana mas
Bueno Mariajo ya contaras Corto y cierro
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