sábado, 17 de enero de 2009

¿Qué se espera de una canción?

Ando yo dándole vueltas a un comentario que dejaron en mi libro de visitas después del concierto del lunes. Por cierto para el que no lo visite le diré que está totalmente invadido por un pornospam terrible que no hay manera de cortarle el paso). El comentario en cuestión ha desaparecido inexplicablemente, supongo que ha sido engullido como daño colateral, por los esfuerzos de mi webmaster que anda frito peleando contra las fuerzas del mal, cual Aragorn contra hordas de orcos de Mordor. El caso es que en este comentario un espectador valoraba muy positivamente el concierto, y las nuevas canciones, aunque echaba de menos que la temática fuera más variada. Pensando en esto caí en la cuenta de que efectivamente de las 5 canciones que estrené, 4 eran de amor en sus múltiples variantes. 
 Nunca programo cual va a ser el tema de una canción sino que por alguna razón que no controlo los versos vienen a mi cabeza a veces en los momentos más inoportunos y me descubro canturreando frases o melodías que yo no andaba buscando..... o puede que mi subconsciente si, quien sabe... (vamos que soy como la niña del exorcista hablando lenguas muertas  pero sin que se me retuerza el pescuezo ja ja ja). Compongo por impulsos vitales, nunca con premeditación, y el caso es que sea porque soy una romántica, o porque en realidad su presencia o ausencia es el motor de la humanidad, el caso es que el amor se me cuela por todas las rendijas. Y ahi viene mi dilema.....  ¿que se espera de mis discos?.... ¿no estaré cayendo demasiado en dibujar emociones, las mías y las que imagino o me tocan de cerca?....., ¿debería esforzarme en ser más cronista o debo seguir siendo instintiva y dejar que las canciones fluyan  a su ritmo musical y temático?. De todas las canciones que ando trabajando para el nuevo disco, que serán unas 10 o 12, por lo menos 8 o 9 hablan de emociones. No lo he buscado, pero están ahi. Se que a Alejandro Sanz (por citar un ejemplo que me viene a la cabeza porque un vecino lo tiene a todo trapo en la radio) nadie le cuestionaría que sus canciones son todas de amor, pero a mi siempre se me pregunta de que van mis canciones. Y ahí es donde os reboto la pregunta... ¿ de que os gustaría que hablaran?.... ¿que esperáis de ellas?........

Hoy es sábado y hay sol en Zaragoza. Me voy a dar un paseo en bici.
Hasta otra, majos.

martes, 13 de enero de 2009

Hoy es martes y 13, he tenido un día bastante malo, en Zaragoza nos sigue aplastando la niebla pero me siento contenta. La noche de ayer fue una de las que recordaré. Hubo magia en el Mercado. El teatro estaba medio lleno(note el lector que he dicho medio lleno y no medio vacío), a pesar de  que era un lunes, ( el primero después de las navidades) y  hacía un frío de narices.

Desde el primer momento sentí que iba a ser un concierto especial y me deje llevar por la tranquilidad y la confianza de saber que estaba como en casa rodeada de buenos amigos, y disfruté de cada canción y de cada aplauso. 
Mientras cantaba me entretenía en los rostros que me miraban desde las tres primeras filas, y me preguntaba que sensaciones pasarían por sus mentes, si estaban tan a gusto como yo lo estaba. Quizás penseis que desde el escenario no se ve nada, pero no es cierto y más en estos lugares en los que el público está tan cerca. A mi me gusta mirar al público. Como digo en Levemente una de mis nuevas canciones, a veces todo el vocabulario cabe en una mirada, y es a través de las miradas, que yo recibo la energía que me llega desde las butacas y ayer, os lo aseguro, fue mucha y muy especial. Terminé el concierto con un subidón increible, y la sensacion de que mis nuevas canciones habían llegado y eso era lo que más preocupada me tenía. Llegué a casa y me puse a trabajar en una nueva canción. Noches como la de ayer me empujan a seguir adelante.

lunes, 12 de enero de 2009

Esta noche vamos de estreno

Si tuviera que elegir una palabra para definir  como me siento hoy, sería VERTIGO ( otra palabra esdrújula por cierto). Esta noche pongo en el escenario cinco canciones nuevas. Supongo que será la misma sensación que tendrá un pintor cuando enseña por primera vez un cuadro terminado a alguien, o la de un escritor cuando le pasa un manuscrito a su editor. Tras dias, y semanas de darle vueltas a una canción sientes que la "criatura" ya está terminada y es el momento de presentarla al mundo. He de decir que yo habitualmente no tengo miedo escénico, porque cantando estoy mi salsa, salvo en las ocasiones en que presento canciones y más cuanto más cercano es el público. Hoy es uno de esos días, en un escenario cercano y querido para mí, pues fue el primer escenario de verdad que pisé hace ya muchos años (en el canté por primera vez ¡Ay Luna! con 17 años), y solo espero y deseo que mis nuevas " criaturas" gusten a las personas que decidan acompañarme, porque en definitiva y como dije en el anterior post, cuando las brindas en un escenario, poco a poco dejan de pertenecerte para ser propiedad del  oyente......si el las quiere.  Ya os contaré como ha ido  (prometo imágenes)

Hasta pronto.

lunes, 5 de enero de 2009

Cuando las canciones ya no te pertenecen

Me cuenta Rayajo, un habitual del blog en un comentario a mi anterior post, que Círculos Concéntricos se convirtió en la banda sonora en sus viajes de trabajo por Granada y se pregunta si los que hacemos canciones somos conscientes de que podemos producir ese efecto. Yo sé que ese efecto se da, porque lo siento muy a menudo con los músicos y los artistas que me gustan y me  emocionan, pero todavía me sorprende y me ruboriza pensar que mis canciones puedan producirlo.
Cuando haces canciones, o al menos ese es mi caso, las haces por pura necesidad, por un impulso la mayoría de las veces incontrolable. Yo siempre digo que es una especie de adicción  que a veces la desilusión y el cansancio me empujan a querer dejar, pero de la que para mi suerte o desgracia, no me puedo desenganchar. Cada canción es un acto egoista, porque no piensas tanto en quien la va escuchar como en lo que necesitas decir y con esa premisa dejas fluir las palabras o te dejas llevar por una melodía. En ese sentido soy puro instinto. De hecho, nunca dejo que nadie escuche las canciones hasta que están totalmente terminadas. No es una cuestión de celo, es simple pudor. Ni siquiera en casa saben lo que me llevo entre manos hasta que pongo el punto final. Luego llega el momento de brindarlas en un escenario, un momento de absoluto vértigo para mi, porque es como si me desnudara. A partir de entonces, y conforme las voy cantando, siento que dejan de pertenecerme y pasan a ser patrimonio del universo emocional de quien las quiere escuchar y hacer suyas. Ese momento para mi es increible y siento una satisfacción igual o mas grande que cuando siento que he redondeado una melodía y he encontrado las palabras justas para decir lo que me rondaba por la cabeza o me apretaba la garganta.. Cuando alguien llega y te dice que has puesto palabras a sus sentimientos, que has cantado su historia o que eres la banda sonora de muchas horas de su vida, eso es lo  más grande que te puede pasar y lo único que de verdad te da impulso para seguir en este camino tan difícil que es la creación y la música.  Asi que Rayajo, no se si soy muy consciente de ese efecto de feedback que tienen mis canciones, pero si te digo, que eso lo "más"  que le puede pasar a un artista.

Gracias